Los arrecifes de coral son estructuras submarinas creadas por la acumulación de esqueletos de carbonato de calcio de los pólipos de coral, formando ecosistemas muy diversos que albergan una gran cantidad de vida marina, funcionando también como barreras naturales para las costas y brindando servicios económicos a través del turismo y la pesca. Estos ecosistemas son vitales ya que proporcionan alimento, refugio y lugares de reproducción para innumerables especies marinas y protegen las costas de la erosión.
Características principales
Animales constructores: Los arrecifes son construidos por los corales, que son animales coloniales de pólipos.
Estructura de carbonato de calcio: Los pólipos segregan carbonato de calcio para formar su esqueleto, que se acumula con el tiempo y constituye el arrecife.
Alta biodiversidad: Son considerados las "selvas del mar" debido a su enorme diversidad de especies, que incluye peces, invertebrados y algas.
Simbiosis: Los corales constructores de arrecifes viven en una relación simbiótica con algas microscópicas llamadas zooxantelas, que les proveen nutrientes y su coloración.
Importancia ecológica y económica
Protección de la costa: Actúan como barreras naturales que protegen las costas de la erosión causada por el oleaje.
Sustento y refugio: Proveen alimento, protección y áreas de reproducción para muchas especies marinas.
Conexión con otros ecosistemas: Los arrecifes están interconectados con otros ecosistemas, como los manglares y las praderas marinas, que a su vez los protegen y son utilizados para la crianza de sus especies.
Beneficios económicos: Generan ingresos por turismo, como el buceo, la pesca y el valor de la biodiversidad para la farmacéutica y otros usos.