NUESTRA HISTORIA
Soy Iveth Moran Rivas de Goltz, ciudadana panamena, nacida, criada y estudiada en la Republica de Panama con residencia permanente y votante en el Distrito de Portobelo, Provincia de Colon.
A finales del 2017 mi esposo y yo vimos una propiedad para la venta en el Residencial San Marino Ocean Front ubicado en el Distrito de Portobelo, Provincia de Colon. Como todo comprador hicimos nuestra debida diligencia, la cual incluye revisar la estructura de la casa, los linderos del lote, titulos, litigios o procesos legales, impuestos, mejoras... todo lo anterior estaba en orden, lo unico que nos llamo la atencion fue ver dos (2) piscinas grandes construidas sobre las Aguas Publicas del Estado de Panama y sobre el Ecosistema de Arrecife de Coral, por lo que inmediatamente, coordinamos una reunion con los dueños de la casa que comprariamos pues las piscinas pertenecian al dueño de la Casa 23 y la otra a los dueños de la Casa 24, la cual es la propiedad en la que estabamos interesados.
En la reunion preguntamos a los dueños de la propiedad si ellos contaban con los permisos de Estudio de Impacto Ambiental del Ministerio de Ambiente o algun permiso de Concesion por parte de la Autoridad Maritima de Panama en la fecha de su construccion correspondientes de dicha Piscina. Los dueños nos explicaron que NO tenian dichos permisos! que ellos actualmente habian construido dicha piscina de recreacion personal sobre el Arrecife porque por ser un arrecife hay rocas vivas o rocas de coral en la entera plataforma lo que hacia inposible el poder nadar en el area. Ante dicha respuesta, les explicamos que no estabamos interesados en mantener una Piscina de Recreacion Personal Ilegal en el ecosistema de Arrecifes y Aguas Publicas del Estado y por ende solicitamos a ellos su demolicion del area en vias de poder comprar la propiedad.
Los dueños nos explicaron que desafortunadamente el padre de ellos habia fallecido recientemente y no contaban con la habilidad financiera de demoler dicha piscina pues estaban en necesidad de vender la propiedad, despues de analizar la situacion, mi esposo y yo decidimos asumir la responsabilidad de retirar el puente de concreto que salia de la propiedad hacia las aguas publicas del Estado de Panama y sobre el Ecosistema de Arrecifes hacia la Piscina.
Durante el proceso de compra recibimos la llamada de una residente quien sin conocer de nuestra decison, nos trato de chantajear con darle acceso atraves de nuestra propiedad so pena de denunciarnos por dichas estructuras e igualmente fuimos intimidados por el dueño de la otra piscina ilegal, quien nos expreso que su compadre era el Alcalde del Distrito y que no podiamos retirar la otra piscina del fondo marino ni del ecosistema de coral, lo cual nos sorprendio, sin embargo muy pronto nos dimos cuenta que la razon de que no deseaba que hicieramos lo correcto era porque El seria el unico cometiendo un delito!
Esto no nos detuvo y tan pronto la propiedad se registro a mi titularidad como duena, empezamos la demolicion de dichas estructuras y la remocion de el caliche (debris) hierros, pvc... todo fuera del area. No fue facil pues resulto costoso pero hicimos lo correcto en materia legal y ambiental.
Desafortunadamente producto de hacer lo correcto y rehusarnos a participar en algo ilegal, fuimos acosados intensamente por el dueño de la otra piscina, fuimos acusados falsamente por este señor en diferentes instituciones de Portobelo (Alcaldia de Portobelo, Ministerio de Salud Portobelo, Ingieneria Municipal Portobelo) y Cuerpo de Bomberos. La peor acusacion falsa que hizo en nuestra contra fue para atentar en contra de nuestra libertad, lo hizo en el Juzagado de Paz de Portobelo y para ello se nos envio a la policia de ese periodo en el 2020 a las 6:30 p.m a nuestro hogar.
Atentar en contra de nuestra libertad fue el delito mas serio que pudo hacer, fue en ese momento que decidi que suficiente era suficiente y procedi a denunciarlo al Ministerio de Ambiente pues el unico cometiendo un delito era EL.
Un proceso administrativo que por ley debe tomar solo 3 meses (Ley 38 de 2000), se convirtio en una pesadilla de 5 años que aun continua con una nueva estrategia diseñada para ello en donde los argumentos y acusasiones falsas del denunciado nunca se terminaron.